En los últimos días hemos sido testigos de una lucha entre dos modelos de desarrollo del fútbol chileno: uno, el del candidato derrotado, que buscaba como objetivo (y así lo hizo los 4 años en que estuvo a cargo de la ANFP) el desarrollo de la actividad deportiva para el beneficio directo de la gente que practica el deporte y de los hinchas que lo sienten, a veces con alegría y otras con sufrimiento. El otro, el de los triunfadores, es el modelo que busca el aumento del valor de las acciones de los clubes ya transformados en sociedades anónimas; y para obtener el triunfo han ofrecido algunas migajas del "negocio" a los clubes chicos que los apoyaron. Así de corto y simple: son dos formas de ver el deporte más hermoso y popular; son dos formas de ver la vida: la de las utilidades y negocios de corto plazo algunos y la del desarrollo armónico y de largo plazo de muchos. Y, para más remate, el proyecto derrotado genera muchas más lucas (para todos) en el largo plazo. ¿A al
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